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El Quindío en marcha

lunes, 17 de octubre de 2011

Por: Gustavo Páez Escobar

La principal característica del doctor Jesús Antonio Niño Díaz, gobernador del Quindío, es la de ser ejecutor de obras. Durante su primer gobierno, en 1973, se inició la construcción del Palacio Departamental, proyecto de envergadura que de ahí en adelante iba a marchar a paso de tortuga. Nueve años han transcurrido y la obra no ha sido terminada.

Fue necesario el segundo gobierno del doctor Niño Díaz para darle el impulso final. Ya fue adecuada, para el funciona­miento de la Asamblea Departamental, parte del edificio, y en los próximos días se trasladará la Gobernación en pleno. La obra está adelantada   en el 70 por ciento.

A Niño Díaz le gusta forzar el desarrollo para que la administración pública no se anquilose. Su primera regla es la del rendimiento. A sus programas les imprime dinamismo y en sus ejecuciones se nota el afán de plasmar realidades. Busca además la forma de comprometer otros entusiasmos, como ha sucedido con el Palacio Nacional, proyecto dormido hace mucho tiempo y que se ahora ha puesto ahora en marcha.

El Gobernador prometió hace un año, al tomar posesión de su cargo, que construiría un segundo hospital, más a la mano de la gente pobre del sur de la ciudad. Su palabra está cum­plida. Es una obra funcional, de gran beneficio público. Sorprende, desde luego, que en un año logre construirse un hospital. Niño Díaz, el urbanizador más grande que ha tenido Armenia, sabe encontrar fórmulas prodigiosas. También en el sur se ha establecido una moderna estación de policía que prestará grandes servicios a una zona urgida de mayores seguridades.

Parece que no se ha conformado con ser únicamente el Gobernador, sino que ha intervenido en la vida municipal. Ojalá que algún día tuviera Armenia un alcalde de las capacidades del doctor Niño Díaz. La capital, tan postrada en los últimos tiempos, necesita un remezón.

En llave con otro gran quindiano, Gustavo Fajardo Molina, secretario general del Ministerio de Obras Públicas, se han realizado trabajos tan importantes como la conclusión de la carretera de Montenegro a Quimbaya, el adelanto de una parte fundamental de la vía a Zarzal, la terminación del segundo carril de la Avenida 19, que pronto quedará en servicio. Es justo  aplaudir de paso la magnífica gestión del doctor Fajardo Molina, ciudadano ejemplar que trabaja en silencio y esqui­vo a la ostentación, pero con resultados positivos.

Manifiesta el doctor Niño Díaz que el controvertido estadio de Armenia será una realidad para el próximo campeonato mundial de fútbol. Hay bases para creerle. Hemos visto, en efecto, una vigorosa acción de máquinas haciendo surgir este proyecto tan buscado por los quindianos.

En materia de cultura, publicó ocho libros de autores quindianos. Le falló la imprenta. Ya se ve que Quingráficas no marcha al mismo ritmo del gobernante. Es una lástima, y lo sentimos por la cultura. En los próximos días se entregarán dos nuevos libros. Queda el compromiso de seguir estimulando el arte.

Este, en líneas generales, es el balance de un año de gobierno del Quindío. Los aciertos son superiores a las fallas. El rasgo primordial fue el de la dinámica. Ese es el temperamento del istinguido hombre público,  gran realizador de obras. La muestra es elocuente.

La Patria, Manizales, 2-VII-1982.

 

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