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Revuelo sobre pensiones

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Salpicón

Por: Gustavo Páez Escobar

Pasa de dos millones la po­blación de pensionados del país. Hasta 1976 era un sec­tor marginado del progreso social al carecer del tratamiento digno que le debe la sociedad. Las leyes 4ª de 1976, 71 de 1988 y 6ª de 1992 han dado pasos importantes, aunque no suficientes, para rehabilitar la suerte de miles de hogares que miran hoy con verdadera ansiedad el proyecto de ley 155 que debaten las cámaras legislativas.

El proyecto pretende fijar otros derroteros para el futuro, estable­ciendo, si la fórmula prevista sale adelante, dos fondos u opciones para pensionarse. Sería esta una nueva discriminación que se sumaría a las numerosas que ya existen. Entre tanto, los jubilados antiguos, para quienes sus pensiones se han deteriorado en forma significativa, no han hallado un vocero efectivo de sus calamidades.

Con la mesada adicio­nal del mes de junio, aprobada en principio,  según parece, para todos los pensionados, se conseguirá otro progreso que habría que abonársele al Gobierno actual. ¿Y cuándo se hará justicia a quienes se jubilaron antes de 1989?

Salpicón, que ha hecho eco de este clamor general, cede hoy el espacio a la carta dirigida al doctor Ernesto Samper Pizano (que me fue remitida en copia por Nelson Escobar Escárraga, uno de los firmantes) por ocho asociaciones de pensionados del sec­tor oficial: Caja Agraria, Banco de la República, Caja Nacional de Previsión, Superintendencia Bancaria, Ban­co Central Hipotecario, Banco Popu­lar, Banco Cafetero y Aeronáutica Civil, entidades que agrupan un nú­mero considerable de afiliados.

Los autores de esta comunicación atribuyen al doctor Samper el liderazgo de la ley 71 de 1988. Es oportuno aclarar que el abanderado de la iniciativa fue el doctor Juan Martín Caicedo Ferrer, ministro de Trabajo. Por eso, al estatuto se le conoce como la Ley Caicedo. Ahora bien: el doctor Samper, que se encuentra hoy en privilegiadas circunstancias políticas, y que por otra parte ha demostrado gran interés por los pen­sionados, ojalá consiga el éxito que le encomiendan sus corresponsales, quie­nes le manifiestan:

«De la manera más atenta acudimos al espíritu de solidaridad que lo ha caracteri­zado al defender sectores olvidados como hemos sido los pensionados anteriores a 1989, para que interceda ante el Gobierno y las entidades de control y fiscalización con el fin de obtener, sin más dilación, el cumplimiento del artículo 116 de la ley 63 de 1992 que estableció la nivelación, compensación o actualización de las pensio­nes anteriores a 1989, por cuanto el decreto reglamentario No. 2108 del 29 de diciembre de 1992 constituyó una nueva frus­tración al fijar en forma caprichosa sólo el 7%, o el 12% para los más antiguos, sin tener en cuenta que muchos de estos pensionados están dejando de percibir has­ta el 1.000% en la cuantía de sus mesa­das (…)

«Para cumplir con dicha compensación o nivelación basta fijar el valor del salario mínimo legal actual al número de salarios mínimos con los cuales fue pensionado ese trabajador para que así haya coheren­cia, además, con la ley 71 de 1988. Cualquier fórmula diferente se apartaría del sentido y espíritu de equidad propues­to por la ley 6ª  de 1992.

“La mesada adicional en junio para unos u otros pensionados (aquí se refieren los firman­tes a la nueva discriminación que se consagraría si se excluyera a un sector de pensionados), parece que en el fondo tiende más a desviar la atención y esfuer­zos de políticos y dirigentes gremiales hacia un punto que no soluciona el problema de fondo de los pensionados anteriores a 1989 (…)

«Los pensionados del sector público nacional, y los demás en general, confiamos en que el doctor Samper hará cumplir dicha ley 63 de 1992 y las demás normas señaladas en nuestra Constitu­ción Nacional sobre justicia social e igual­dad de derechos que nos asisten, para después de casi veinte años dejar de ser la clase olvidada del país y poder subsistir con la pensión sin depender de la caridad de familiares y amigos».

El Espectador, Bogotá, 28-IX-1993.

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Comentario:

Me identifico plenamente con sus agudos comentarios. La ley sobre Seguridad Social adolece de sensibilidad social, equidad y solidaridad con quienes se han roto el espinazo en procura de un país mejor. Estoy con usted. La discriminación nunca ha sido de buena ley. Por el contrario, sólo siembra mayor zozobra en medio del caos. Horacio Serpa Uribe, Bogotá.

 

 

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