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El encanto de los parques

sábado, 11 de febrero de 2012

Por: Gustavo Páez Escobar

Colombia es un país maravilloso por su diversidad y riquezas ecológicas. Existen 56 áreas protegidas (parques, reservas naturales, santuarios de fauna y flora) y un número indeterminado de parques temáticos. Estos últimos, ideados para resaltar la cultura, las costumbres y las joyas autóctonas, son obras de arte que muestran atractivas facetas regionales. Por medio de los parques se descubre el alma de los pueblos, se entienden la historia y las leyendas que forman el acervo cultural y se alimenta la fascinación. Son sitios apropiados para el deleite, el descanso y el conocimiento.

De plácemes está la zona cafetera situada en Caldas, Quindío, Risaralda y el norte del Valle con motivo de la declaratoria que de este territorio hizo la Unesco como Patrimonio Cultural de la Humanidad. Zona privilegiada por sus bellos paisajes, sus pintorescas casas campesinas adaptadas como parajes hoteleros, el colorido de sus cosechas y la amabilidad  de sus habitantes. Su geografía es un poema al café. Un canto a la vida. Con estas líneas se hace un recorrido por algunos parques de la región y del país, para apreciar, a través de estas muestras, los portentos que tiene Colombia en su ecología y en sus tesoros artísticos.

En Montenegro se encuentra el Parque Nacional del Café. Allí, desde una torre mirador de 18 metros de altura, se divisa el embrujado panorama quindiano. Y se dispone de una serie de diversiones mecánicas (como la montaña rusa) y de diversos shows para la familia. Un grato paseo se realiza por los senderos ecológicos, las casas campesinas, el cementerio indígena, el tren del café, el teleférico, el jardín de las fábulas… En “El secreto de la naturaleza” surge una sensacional atracción movida por pantallas holográficas que exhiben la flora y la fauna del país. En el “Show del café” se ofrece la historia del grano con la magia de 22 artistas que conducen al espectador por las regiones productoras y le enseñan las bellezas de la tierra colombiana.

En Quimbaya se halla el Parque Nacional de la Cultura Agropecuaria (Panaca), que hace una interacción entre la ciudad y el campo y destaca las labores agropecuarias como nervio de la economía nacional. El visitante descubre aquí un mundo divertido manejado por jinetes acróbatas, carrozas tiradas por hermosos caballos, graciosos trovadores y otras sorpresas admirables. En el parque residen más de 4.500 animales, entre los que merecen destacarse los avestruces (el ave más grande del mundo), 16 razas de gatos de todo el planeta y una selección de simpáticos cerdos. Para las emociones fuertes se cuenta con un cable extenso bautizado con el nombre de Canopea Panaca, que lleva a los visitantes a más de 80 kilómetros por hora en medio del fascinante paisaje quindiano.

En la carretera que une a los municipios de Montenegro y Quimbaya se localiza el Parque Cultural Los Arrieros, de reciente fundación, donde se enaltece uno de los símbolos más auténticos de la raza paisa, el de la arriería. En este recinto se retiene y evoca el pasado a través de escenarios históricos, exposiciones y otras alegorías que reviven las epopeyas de los bravos colonizadores que descuajaron montañas e hicieron surgir poblaciones.

Los amantes de la naturaleza admirarán en el Jardín Botánico del Quindío, situado en Calarcá, una expresión espléndida de la fauna y la flora, en medio de senderos, jardines, árboles centenarios y fuentes cristalinas de agua. Una de las mayores atracciones es el mariposario, construido con una forma gigante de mariposa. Este pedazo de bosque natural es un mensaje para amparar la vida de los insectos y las plantas, fortalecer los suelos, cuidar los árboles y consentir el agua, dones básicos para la existencia humana. Es un jardín edénico convertido en taller de investigación científica que atrae el interés del caminante hacia los dones de la naturaleza y la vida.

A 42 kilómetros de Cali se halla el municipio de El Cerrito, donde se localiza el Museo de la Caña de Azúcar en la hacienda Piedechinche. Lugar especializado en la conservación de los utensilios que tienen que ver con el cultivo y el proceso de la caña de azúcar. Su sede es una típica casa del siglo XVIII rodeada de preciosos jardines. Sitio de enorme belleza ambiental que recoge la historia de la industria azucarera del Valle del Cauca, que tuvo sus primeros trapiches en esta zona.

Sobre la carretera Panamericana, a tres kilómetros de Buga, se llega al Parque Natural El Vínculo, dedicado a la investigación científica, la preservación de la fauna y la flora, la conservación del paisaje y el ecoturismo. Sitio ideal para el contacto con la naturaleza en las 80 hectáreas que lo conforman, que puede recorrerse en animadas caminatas y que está constituido por bosque seco tropical. Allí se protegen especies exóticas que se han ido extinguiendo en otros lugares, como los písamos, las palmas zanconas, los caracolíes, los guásimos, las pavas de monte, las águilas caracoleras o los venados coliblancos.

Si el viajero quiere cambiar de panorama, puede tomar la vía de Manizales y buscar el Parque de Los Nevados, uno de los espectáculos más imponentes que ofrece el mapa de Colombia. Este parque natural está situado en jurisdicción de Caldas, Risaralda, Quindío y Tolima, en 58.300 hectáreas de extensión. Territorio majestuoso de nevados (como el del Ruiz), lagunas, alturas impresionantes que pasan de 5.000 metros sobre el nivel del mar, y fauna diversa, como el tapir y el oso de anteojos.

En fin, son variados los espacios para encontrarnos con este lindo país que, a pesar de los atropellos forestales y de la indiferencia cultural de muchos colombianos, conserva su esencia pastoril y mantiene sus valores, su historia y tradiciones.

Revista Naturaleza y Descanso, Armenia, diciembre de 2011.

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