Inicio > Idiomas, Temas femeninos > El eterno femenino

El eterno femenino

jueves, 15 de diciembre de 2011

Por: Gustavo Páez Escobar

Conseguí cambiarle el sexo a una gran periodista: Patricia Lara, dueña de Cambio 16. Ella debe estar jubilosa con mi cirugía. Una cirugía que también van a agradecerme los honorables académicos de la lengua. Que sean los documentos los que hablen.

(Agosto de 1994). Señor director de Cambio 16: Al abrir uno la revista recibe la impresión de que hay dos hombres en las presidencias de la empresa: Juan Tomás de Salas en el Grupo 16, y Patricia Lara Salive en la edi­ción para Colombia. En ambos casos aparece allí el título de presidente, sin distinguir el bello sexo que adorna a doña Patricia. La tendencia del idioma es que los oficios o profesiones de la mujer tengan la debida precisión: médica, abogada, presi­denta, gerenta, jueza, jefa, ministra, poetisa…

Consciente de esta evolución de la lengua que rompe el acartonado machismo de otras épocas, cuando el médico, por ejemplo, era hombre o mujer, doña Patricia Lara suscribe su correspondencia como presidenta, según aparece en la car­ta que dirige a usted en la edi­ción número 61. Demuestra así que ella no está dispuesta a re­nunciar a su sexo en la planta editorial de la revista.

(Febrero de 1996). Periodis­ta Patricia Lara Salive: En agos­to de 1994 escribí una protesta porque a usted le habían cambia­do de sexo. Pero no me hicieron caso: en las sucesivas ediciones siguió siendo usted hombre. Y yo me decía, para mis adentros, que hasta razón tendrían (en este momento de trasmutación de los sexos).

Hoy no se sabe quién es más hombre, si el hombre o la mujer. En esta hora aguda de machismo, ambos se pelean la varonil posición. De lo cual se despren­de que el mundo se está quedan­do sin aroma, sin delicadeza femenina. Por eso vamos como vamos.

Me llega el número 137 y veo que usted ha sido restituida en su legítima condición: presidenta. Tuvieron que correr 17 meses para que sucediera el milagro: una bella conquista, o re­conquista, para la mujer y para el idioma.

Prensa Nueva Cultural, Ibagué, febrero de 1996.

Comentarios cerrados.