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El “leopardo” legendario

martes, 19 de enero de 2021

Por Gustavo Páez Escobar 

Hacia 1920 hizo su aparición en el escenario nacional una asociación de protesta contra la política imperante y los dignatarios de su propio partido, el Conservador, grupo que estaba formado por cinco aguerridos y elocuentes jóvenes nacidos entre 1900 y 1903: Augusto Ramírez Moreno, José Camacho Carreño, Silvio Villegas, Eliseo Arango y Joaquín Fidalgo Hermida –quien se retiró al poco tiempo–. Ramírez Moreno bautizó el movimiento con el rótulo de “Los leopardos”, en alusión a un circo llegado aquellos días a Bogotá, y con el argumento de que el apelativo debía significar “un nombre de guerra, algo que dé la sensación de agilidad, de fiereza, algo carnicero como los leopardos”.

De ahí en adelante se sintió la garra de estos intrépidos luchadores que gracias a su inteligencia y valentía, a la agudeza de sus ideas y el brillo y vigor de su oratoria estremecieron la opinión pública y marcaron una época en la vida política y literaria del país. Célebres fueron los debates que adelantaron contra Laureano Gómez y su poder avasallante, lo mismo que contra prestantes figuras nacionales.

Quien más sobresalió en esas lides al mismo tiempo fogosas y estelares fue José Camacho Carreño, nacido en Bucaramanga el 18 de marzo de 1903. Debido a su actuación fulgurante en el ámbito parlamentario y en los estrados judiciales fue denominado el príncipe de la elocuencia colombiana.

Hace muchos años Vicente Pérez Silva me habló por primera vez de su devoción por Camacho Carreño y de su interés por escribir un libro sobre él. Con el correr del tiempo acumuló abundante y valioso material para forjar dicha idea. Este archivo lo fue incrementando en un álbum de tamaño oficio y color azul purísimo –enseña política de los “leopardos”– que superó las 240 páginas, en el que recogía recortes de prensa, fotografías, cartas, comentarios y otros testimonios de inestimable valor. Tuve la oportunidad de conocer este tesoro en la refinada biblioteca de mi amigo, y de paso acrecentar mi propia admiración por el “leopardo” legendario.

Comenta Pérez Silva que su entusiasmo por Camacho Carreño nació en los días de su adolescencia, cuando adquirió en su tierra nariñense un libro sobre el personaje, en cuya segunda página anotó debajo de su firma: 2 de abril de 1947. Han pasado desde entonces 73 años. En 1952, Manuel Serrano Blanco, eminente escritor y orador santandereano, envió a Pérez Silva una carta que este le había pedido a propósito del libro que adelantaba sobre el “santo de su devoción”, como ha llamado a su ídolo. Corrieron los días y los días sin que el texto viera la luz pública. Cuando le preguntaba por él, me contestaba que le faltaba el último hervor.

Este libro, que presenta una certera semblanza sobre el ilustre hijo de la comarca santandereana, acaba de publicarse en los talleres de Armando Serna Giraldo, en Medellín, y lleva por título José Camacho Carreño. Un “leopardo” de leyenda. En él se encuentra incluida la carta de Manuel Serrano Blanco que ha permanecido inédita durante 68 años, la que hace un enfoque preciso sobre la personalidad de su colega y paisano.

Aparte de resaltar esta noticia, quiero señalar el largo camino que ha recorrido el  proceso bibliográfico hasta hacerse realidad con ocasión de los 80 años de la muerte del hoy desconocido “leopardo”, quien falleció ahogado en Puerto Colombia, Atlántico, el 2 de junio de 1940. Toda su vida fue una cadena de adversidades en medio de sus resonantes triunfos oratorios.

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El Espectador, Bogotá, 16-I-2021.
Eje 21, Manizales, 15-I-2021.
La Crónica del Quindío, Armenia, 17-I-2021.

Comentarios 

Había leído algo acerca de «Los leopardos», pero la verdad, ignoro mucho sobre ellos. Desconocía todo sobre José Camacho Carreño y tu artículo me dio pie para consultar por internet algo sobre su vida. Tú, como siempre, sacando a la luz personajes y valores que son desconocidos para la mayoría, pero con méritos suficientes para figurar y ser reconocidos. Eduardo Lozano Torres, Bogotá.

Interesantísima historia. Vicente Pérez Silva se lleva un hit con esta publicación. Tan acucioso siempre y profundo investigador para hacer que sus libros se conviertan en verdaderas joyas literarias. Es un tesoro en razón de los rasgos que describes del personaje José Camacho Carreño, quien fallece, como cuentas, trágicamente a la temprana edad de 37 años y quien alcanzó sin duda un destacado camino por la oratoria y la literatura. Inés Blanco, Bogotá.

Muchas gracias por la nota informativa sobre el libro del “leopardo”. Vicente Pérez Silva es una garantía cuando investiga y da sus opiniones. He pedido a mi librero de Medellín que me lo consiga para leerlo con interés. Estudiando a Bernardo Arias Trujillo descubrí su amistad con Camacho Carreño cuando el uno hacía parte de la Delación que negociaba límites con el Perú y el “leopardo” ejercía de diplomático en Buenos Aires. Es a través de Camacho que Bernardo logra hacer la primera edición con seudónimo de Por los caminos de Sodoma en la Argentina. Gustavo Álvarez Gardeazábal, Tuluá.

A mi padre muchas veces le oí hablar de “los leopardos”. Ahora, en tu escrito, encuentro las bases del interés y razón de mi papá por dichos personajes. Carlos Martínez Vargas, Fusagasugá.   

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