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Papeles de un secuestrado

jueves, 29 de julio de 2010

Gustavo Páez Escobar

El legajo de documentos que Jotamario Arbeláez entregó al rector de la Universidad Sergio Arboleda, elaborados durante los 53 días en que Álvaro Gómez Hurtado permaneció secuestrado por el M-19 en 1988, merecen ser publicados en libro para conocimiento de la opinión pública.

La lectura y análisis de tales papeles permitirá obtener una visión más cercana sobre lo que representó para el dirigente político su privación de la libertad. Entre los numerosos secuestros que se han perpetrado en el país, éste adquiere especial importancia dadas las calidades del personaje como protagonista notable de la vida nacional. Su caso es similar al de otros políticos que padecieron o padecen la misma suerte, pero se diferencia de la mayoría de ellos por la condición de intelectual y pensador que distinguía a Gómez Hurtado.

Si bien él publicó meses después de su liberación el libro Soy libre, donde relata la amarga experiencia, resultan acaso más expresivas, por su espontaneidad, las 200 hojas rescatadas por el poeta Arbeláez. Las cartas que el cautivo se cruzó con sus captores y que forman parte de dicha documentación, hacen más patético el drama del secuestro.

Además, Gómez Hurtado se dedicó en esos días horrendos a una de sus aficiones más consentidas: la del dibujo. Pintando airosos caballos, puede pensarse que con tales figuras expresaba el sentido de la libertad. Y dibujó una mano tensa, con aspecto curvado y con énfasis en la tirantez de los dedos. Esa imagen transmite el horror del secuestro.

Su devoción por la pintura y el dibujo era una de sus facetas ocultas, con la que evidenciaba su gusto por el arte y la belleza. Pocos saben que en viejos tiempos fue caricaturista de El Siglo, periódico en el que hizo la carrera completa del periodismo, hasta llegar a director. En aquellas calendas conoció a Héctor Osuna, cuando éste se presentó a El Siglo, en 1959, a ofrecer sus servicios, alternando esa actividad con El Espectador, que meses después lo contrató en forma exclusiva. Allí haría famoso su espacio actual: Rasgos y Rasguños. Han pasado 48 años.

Cuenta Osuna que Gabriel Cano, director del diario, al conocer su habilidad pictórica le dijo: “Olvídese de que usted es conservador y yo liberal: hagamos periodismo”.  Queda visto el encuentro de dos caricaturistas en sus primeros ímpetus, lazo que los unió desde entonces y que 23 años después, en 1983, llevó a Osuna a pedirle a su colega del dibujo (y también de las letras) que le hiciera uno de los prólogos del libro Osuna de frente, editado por El Espectador. (El otro prólogo es de García Márquez).

Entre los papeles en poder hoy de la Universidad Sergio Arboleda se encontró una carta inédita que desde su cautiverio envió Gómez Hurtado al presidente Barco, su contendor de la campaña presidencial, carta donde le sugiere que el gobierno adelante una reforma sustancial a la justicia, y para el efecto le esboza mecanismos muy precisos.

Dicha carta, que no fue despachada a su destinatario, se inicia con un noble reconocimiento, sin duda fortalecido durante el tiempo del cautiverio: “Es usted –le dice a Barco– la más alta autoridad legítima de nuestro país. Lo reconocí así desde el día en que perdí las elecciones presidenciales. Tiene usted facultades muy amplias, también legítimas, no solo para restablecer el orden sino para crear instituciones y sistemas administrativos que orienten constructivamente la energía de los colombianos y que destierren la anarquía”.

Y en la página final del legado, escrita en el momento de enterarse de su libertad, manifiesta: “El s.(ecuestro) es un d.(elito) h.(horrible)”.

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A propósito de mi columna anterior sobre este mismo tema, he recibido la siguiente comunicación que puede interesar a algún lector: “Tengo en mi poder los dibujos de los caballos hechos y firmados en original por el doctor Álvaro Gómez. Estos corresponden al cuadernillo distribuido para obtener fondos en su última campaña electoral. Si son de su interés los vendo. Gerardo Osorio D. (Teléfono 6836150 en Cali, o móvil 3104746003)”.

El Espectador,  Bogotá, 27 de enero de 2007.

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Misiva:

Le expreso mi gratitud por sus dos magníficos escritos relativos a la publicación en Lecturas de la historia del rescate de los papeles de Gómez Hurtado cautivo y su nueva entrega a la Universidad Sergio Arboleda. Son muy importantes sus conceptos y seguramente incidirán en la decisión definitiva de publicar el libro. Jotamario Arbeláez, Bogotá.

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