Inicio > Quindío > El retardo mental

El retardo mental

martes, 4 de octubre de 2011

 Por: Gustavo Páez Escobar

En reciente encuentro sobre retardo mental realizado en Cali, con participación de buen número de médicos y sicólogos, se debatieron temas importantes sobre la salud mental. Dato  impresionante es el del millón doscientos mil colombianos que padecen enfermedades síquicas y que afectan indirectamente a cinco millones de personas. Más preocupante es aún la afirmación de que el Quindío es el departamento con mayor índice de retraso mental, como consecuencia de la vida cafetera.

La noticia sobre el Quindío, tratada en modo escueto por una corresponsalía de periódico, no explica las causas pera que el café se convierta en productor de trastornos de la mente. Se puede, sin embargo, intentar algunas conclusiones.

No habría que culpar en forma exclusiva al café de ser causante de esa anormalidad, pues con igual razón lo serían en otras regiones el algodón, el arroz o la papa. Hay que pensar más bien que es el nuestro un medio especial, presionado por anormalidades ambientales que han creado el clima propicio para el desajuste de la personalidad.

El Quindío es quizá la región más afectada por las corrientes trashumantes de población que alteran la paz comarcana durante las épocas de cosecha, con su secuela de vicios, delitos y desarraigo del medio ambiente.

Las nuevas generaciones, nacidas con el estigma de una violencia atroz, no han logrado cortar por completo los recuerdos de aquellos tiempos de barbarie que dejaron tantas cruces lo mismo en los campos que en los pueblos. Puede sostenerse que no existe en el Quindío ninguna familia que no hubiera puesto muertos en la hoguera de la violencia. Esas cicatrices, que ni siquiera el tiempo ha conseguido extirpar, se transmiten de padres a hijos con repercusiones en la salud mental.

La violencia, cuyas consecuencias no han desaparecido por completo, y la revolución de los campos durante las cosechas, crean inseguridad. Las nuevas generaciones muestran grandes signos de inseguridad, que los propios padres no estudian con cabeza serena. ¿Qué significa la marihuana que se fuma en los parques y transita por algunos colegios? ¿Habrán los padres reflexionado a fondo sobre los desastres que mañana ocurrirán con hijos educados sin principios y rodeados de lujos y libertades que están torciendo la personalidad? ¿No será mejor la disciplina a la liviandad?

Se agregan otros factores, como la migración campesina a las ciudades, las penurias económicas, la invasión de haraganes y marihuaneros, el alto porcentaje de prostitución, la desubicación del pequeño agricultor en su propio fundo, cada vez más estrecho, y la disolución, en fin, de la familia. Hoy los muchachos se divorcian desde bien temprano del campo y de sus padres y se van en busca de mundo y aventuras, o sea, de desajuste emocional.

Merece honda meditación este esquema sobre el Quindío. El elevado índice de retardo mental significa que existen factores ambientales que deben revisarse para aspirar a tener personas sanas, útiles a la sociedad, y no perturbadas o taradas, una carga y un freno para la  familia y la patria.

La Patria, Manizales, 14-I-1978.

Categories: Quindío Tags:
Comentarios cerrados.